lunes, 7 de marzo de 2011

Ángel Errático

Ese sonido de hospital me muestra una imagen llena de rocas, fuego, y un cielo gris, con nubes que giran en círculos, una especie de tornado quizás? creo que lo mejor sera acercarse a el y que nos lleve a su mundo lejos de la vida y cerca de la muerte, pero no es ninguna de las dos.
 Lo corrí pero no lo alcance, cuando llegue no estaba, era temprano, todo empezaba a oscurecerse, vi personas correr y gritar, pero solo me las quede mirando, no hice nada. Seguí buscando, me di cuenta de que era el final ese día, el cielo lloraba las nubes reían, todos corrían, gritaban y no les importo que muera alguien en su camino, estaba encerrado en un grito, yo ya no podía correr, solo me senté en el suelo gris a esperar a que las voces se fueran, has mentido has ganado. Una voz me llamo, dijo mi nombre, me pareció conocida, la quise buscar, me llamo estando cerca, pero no veía quien era. La vi, corrí, pero la habían encerrado en gritos también, las voces me vieron, volvieron me perdí, pero volví al mismo lugar ya sin estar solo, pero no hice caso de eso y seguí, llegue a ver algo en el camino, no eran personas, eran mis miedos, me miraba mientras yo no podía moverme, me caí y me pare, tenia un poco de sangre en el brazo, ella se fue, en una cadena de personas que conocía, nadie me dirá que paso y por que desapareció, solo se que caí en un juego y todos a los que conocí se fueron. Me dormí, me desperté, y vi que cerca había un cementerio, entre y reconocí a las personas del entierro, no me acerque, yo se que ellos eligieron irse, así que solo me senté a espaldas de una tumba, y agarre la rosa negra que vi, y la deje al lado de el ataúd donde lloraban todos ellos, y me fui, no me vieron, todos lloraban, por alguien que quizás desconocía o conocía.

Mis ojos cansados se tornaban grises, estaba raro, todos los gritos y pasos rápidos de las personas eran muy leves, la mayoría se fue, se salvaron, ya no podía salir el sol a través del cielo gris tenia un resplandor que brillaba tanto que no lo podía ver bien, seguí caminando encontré que el frió mataba cálida mente  a los demás, llenos de penas y pensamientos sin importancia alguna, llévame a casa, no tengo fuerzas para caminar, mis piernas están cansadas, solo me escucho el silencio el silencio escucha a todos pero nadie lo escucha a el, el es solo un oído sin voz ni ojos, un oído invisible, al que quiero escuchar, pero se hacia tarde y el solo me hipnotizaba con su silencio enloquecedor, grite para que alguien allá afuera me escuchara, pero no sirvió de nada solo mi voz sufrió, ese sonido de campana, me hablaba, ese lugar  me odiaba.
ya era la hora mas importante, y no me di cuenta, vi a todos y todo de repente se puso negro, aparecí en el suelo de una casa sin saber que era ese lugar, sentía miradas, veía voces, ahí terminaban las sonrisas y los sueños y corazones rotos,
era un lugar carente de sentido, solitario, muerto, frió. se que desapareció y murió todo en un fin ahogado por todos los días vividos.          

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