Sus ojos, vacíos, con una luz que inquieta a uno después de un rato de verlos de manera que asusta y entristece. Son como agua, son como caer a un pozo sin final, son los fantasmas de tu cabeza (si lo queres así también) son las cuevas perdidas que te llevarían a todas las respuestas a las preguntas que te hiciste toda tu vida, pero en realidad son los ojos de un perro viejo que esta llegando al final del camino que hizo estando a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario