"Te van a tener que internar" "A un hospital psiquiátrico vas a ir" "A ver si llega la armonía cuando te lleven".
Así se ponía a cantar el pájaro viejo y rojizo como todas las mañanas, en lo alto de su rama. Todos los días empezaban cuando abría sus alas. Tarde ya era, cuando me di cuenta de esto, siempre adentro de un cuarto del pánico mental.
Esto empezó hace un tiempo, a mis nueve, ocho, siete años de edad, no me acuerdo, me acercaba cada vez mas entre pasajes y pasajes a una esquina. Era domingo y lo vi, o la vi, nunca supe su sexo. Estaba sollozando en el piso, un raro animal y con su pelo de invierno. Me acerque y como siempre, a cualquier ser que pueda o no formular palabras, le hable. Como era de esperar, no hubo respuesta, pero cuando me miro(yo también lo miraba, con mucho interés) quede paralizado, supongo haber explotado en ese mismo lugar.
En sus ojos se podía hasta escuchar que me hablaba, no era nada bueno. Sus Dos ojos reclamaban comprensión, pero no había forma de que eso pasara, sus Dos ojos se separaban mas y mas, pasando a ser Uno y Uno.
Fue inevitable que yo muriera a la mañana del otro día, caí en todo, poco a poco me fui pasando a un estado parecido, diría yo, al coma. Desaparecí, pero mi cuerpo seguía ahí.
Mi cuerpo hablo "Creo que hay otro hombre dentro de cada hombre, un extraño, un Hombre Maquinador" ahora ese "Hombre Maquinador" el que controlaba en su totalidad el ser, se fue, y dejo al cuerpo al mando, y que dijo, Chau.
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