viernes, 28 de octubre de 2011

- ¡Hola, muchachos!
La voz del hombre de negro resonó hacia ellos, amplificada por aquella garganta
natural abierta en la piedra. Su sarcasmo sugería poderosas insinuaciones. El
pistolero buscó intuitivamente la vieja quijada, pero ya no la tenía, se había perdido en
alguna parte, gastado su poder.
El hombre de negro se rió por encima de ellos, y el sonido rebotó a su alrededor y
retumbó como el oleaje en una caverna de la orilla. El chico gritó y vaciló, convertido
otra vez en un molino de viento, los brazos girando en el escaso aire.
El metal cedió y se desgarró bajo sus pies; los raíles se ladearon con un movimiento
lento y perezoso. El chico se lanzó hacia adelante y una mano voló como una gaviota en
la oscuridad, arriba, arriba, hasta quedar suspendido sobre la sima; se balanceó sobre
ella, sus oscuros ojos fijos en el pistolero y llenos de un ciego y perdido conocimiento
definitivo.
- Ayúdeme.
Una voz resonante, atronadora:
- Ven ahora, pistolero. ¡O renuncia a atraparme nunca!
Todas las fichas sobre la mesa. Todas las cartas boca arriba, excepto una. El chico
pendía en el abismo, una carta de tarot viviente, el ahorcado, el marino fenicio el
inocente perdido y a duras penas flotando sobre el oleaje de un mar estigio.
Espérame, espera un poco.
- ¿Voy? - Una voz tan potente, le era difícil pensar, el poder de nublar la mente de
los hombres...
Don 't make it bad, take a sad song and make it better..
- Ayúdeme.
El caballete se ladeaba cada vez mas; aullaba, se descomponía, iba cediendo...
- Entonces, te dejo.
- ¡No!
Sus piernas lo transportaron en un repentino salto a través de la entropía que lo
atenazaba, por encima del chico suspendido, en una precipitada zambullida en la luz
que se le brindaba, la Torre fija en la retina de su ojo mental como un negro friso, y, de
pronto, silencio; desaparecida la silueta, desaparecidos incluso los latidos de su propio
corazón, mientras el caballete cedía más y más, iniciando su lenta danza final hacia
las profundidades, desprendidos sus soportes, agarrada la mano al rocoso e iluminado
borde de la condenación; y, tras él, el chico hablando desde muy por debajo, demasiado
por debajo, interrumpió el horrible silencio.
- Váyase. Existen otros mundos aparte de éstos.

domingo, 23 de octubre de 2011

Transcurrió una semana más antes de que llegaran al fin del comienzo; para el
pistolero, un retorcido prólogo de doce años, desde el hundimiento definitivo de su
mundo natal y la reunión de los otros tres. Para Jake, la puerta había sido una
extraña muerte en un mundo distinto. Con todo, para el pistolero había representado
una muerte aún más extraña: la interminable persecución del hombre de negro a
través de un mundo sin mapa ni memoria. Cuthbert y los demás habían desaparecido,
todos: Randolph, Jamie de Curry, Aileen, Susan, Marten (sí, lo derribaron, y hubo
disparos, e incluso aquella fruta resultó amarga). Hasta que, finalmente, del viejo
mundo sólo quedaron tres, como tres pavorosas cartas de una terrible baraja de tarot:
el pistolero, el hombre de negro y la Torre Oscura.

viernes, 21 de octubre de 2011

- ¿Qué es eso?
El pistolero emitió una breve risa.
- La piedra filosofal - respondió. Cort solía contarnos que los Dioses Antiguos
mearon sobre el desierto y crearon así la mescalina.
Jake pareció aún más desconcertado.
- Es una droga - añadió el pistolero. Pero no hace dormir. Al contrario, te hace estar
despierto del todo durante un tiempo.
- Como el LSD - replicó el chico de inmediato. Pero al instante puso cara de
intrigado.
- ¿Qué es eso?
- No lo sé - contestó Jake. Me ha salido sin pensar. Creo que es algo de... Ya sabe, de
antes.
El pistolero asintió con la cabeza, pero tenía sus dudas. Nunca había oído que a la
mescalina se la llamara LSD, ni siquiera en los viejos libros de Marten.
- ¿Le hará daño? - quiso saber Jake.
- Nunca me lo ha hecho - respondió el pistolero, consciente de que eludía la
pregunta.
- No me gusta.
- No te preocupes.
El pistolero se acuclilló ante el odre del agua, tomó un sorbo y se trago la píldora.
Como siempre, sintió una reacción inmediata en la boca; le pareció que se inundaba de
saliva. Se acomodó ante las cenizas del fuego.
- ¿Cuándo le hará efecto? - preguntó Jake.
- Tarda un poco. No hables más.
No había logrado disimular el desvarío reflejado en sus
ojos, blancos y fijos como los ojos de un caballo que ha olido el agua y al que sólo
refrena el tenue lazo de la mente de su dueño; como un caballo llegado al punto en que
sólo la comprensión, y no la espuela, es capaz de contenerlo.

jueves, 20 de octubre de 2011

Hurt

I hurt myself today
To see if I still feel
I focus on the pain
The only thing that's real
The needle tears a hole
The old familiar sting
Try to kill it all away
But I remember everything

What have I become
My sweetest friend
Everyone I know goes away
In the end
And you could have it all
My empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt

I wear this crown of thorns
Upon my liar's chair
Full of broken thoughts
I cannot repair
Beneath the stains of time
The feelings disappear
You are someone else
I am still right here

What have I become
My sweetest friend
Everyone I know goes away
In the end
And you could have it all
My empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt

If I could start again
A million miles away
I would keep myself
I would find a way

martes, 18 de octubre de 2011

Drain You

One baby to another said,
I'm lucky to have met you
I don't care what you think
Unless it is about me
It is now my duty to completely drain you
A travel through a tube
And end up in your infection
Chew your meat for you
Pass it ba
 acknd forth 
in a passionate kiss
From my mouth to yours
because I like you
With eyes so dialated
I've become your pupil
You've taught me everything
Without a poison apple
The water is so yellow,
I'm a healthy Student
Indebted and so grateful
Vacuum out the fluids
Sloppy lips to lips
Pass it back and forth
in a passionate kiss
From my mouth to yours
because I like you

domingo, 16 de octubre de 2011

Hyde

*Chicos cantando*
Hyde no duerme, no come, no muere,
Hyde siente un dolor muy fuerte
No se puede reír eternamente
El vive en tu mente
Hyde llora cuando siente
Hyde se siente derrotado
Cuando hiere
El vomita hasta perderse de si
El vivirá por siempre
*Chicos recitando*
Eso lo jode mucho
Hyde sonríe a sus invitados
por que esa noche
no saldrán
Y los chicos viven cerca del rió
Para cantar su canción

Loser

así que ¿por qué no me matas?

Death Pierce Me

sábado, 15 de octubre de 2011

No es más que un niño, pero nada corriente, y por el rabillo del ojo alcanza a ver al hombre que lo
mata. Es el hombre de negro, y no distingue la cara, sino solamente la ondulante
túnica, las manos extendidas. Cae a la calzada con los brazos abiertos, sin soltar la
cartera que contiene el almuerzo sumamente profesional de la señora Greta Shaw.
Una fugaz mirada a través del parabrisas polarizado le muestra el rostro horrorizado
de un hombre de negocios con sombrero azul oscuro en cuya cinta destaca una pequeña
y vistosa pluma. Una anciana chilla en la acera de enfrente; va tocada con un sombrero
negro con redecilla. No hay nada de vistoso en esa redecilla negra, es como un velo de
luto. Lo único que hace Jake es sorprenderse, aparte de seguir teniendo la misma
sensación de desconcierto precipitado de siempre. ¿Así es como acaba todo? Va a caer
en mitad de la calle y contempla una grieta tapada con asfalto, a unos cinco
centímetros de sus ojos. Su mano ha soltado la cartera. Está preguntándose si se
habrá despellejado las rodillas cuando el automóvil del hombre de negocios con el
sombrero azul y la pluma vistosa le pasa por encima. Es un gran Cadillac azul de
1976, con neumáticos de dieciséis pulgadas. Es casi exactamente del mismo color que
el sombrero del conductor. El coche le quiebra la espalda a Jake, le aplasta el estómago
y le hace brotar por la boca un chorro de sangre a presión. El chico vuelve la cabeza y
ve las luces de freno del Cadillac y el humo que despiden las ruedas traseras, ahora
bloqueadas. El automóvil ha pasado también sobre la cartera y ha dejado sobre ella
una extensa huella negra. Vuelve la cabeza hacia el otro lado y ve un Ford grande de
color amarillo que se detiene a escasos centímetros de su cuerpo con un chirrido de
frenos. Un tipo negro que empujaba un carrito para la venta ambulante de dulces y
refrescos corre hacia él. Por la nariz, los oídos, los ojos y el recto de Jake fluye sangre.
Tiene los genitales destrozados. Con cierta irritación, se pregunta si se habrá
despellejado mucho las rodillas. El hombre del Cadillac corre hacia él, balbuceando. En
algún lugar, una voz terrible y serena, la voz de la fatalidad, dice: "Soy un sacerdote.
Déjenme pasar. El acto de contrición..." Ve la túnica negra y experimenta un súbito
horror. Es él, el hombre de negro. Con sus últimas fuerzas consigue apartar la cara En
algún lugar, se oye por la radio una canción del grupo de rock Kiss. Ve su propia mano
que se arrastra sobre el asfalto, pequeña, blanca, bien formada. Nunca se ha mordido
las uñas.
Jake muere mirándose la mano.

jueves, 13 de octubre de 2011

Me levanto, siento como si recordara esto de antes
Abro la puerta a un cuarto vacío
Entonces olvido

El teléfono suena y alguien habla
A ella le gustaría mucho ir
Salir a un show
Pero ¿Qué puedo hacer? No se me ocurre qué decir
Ella lo nota de cualquier forma…

Salgo a la puerta principal
El tráfico se mueve bastante lento
Llego tarde
Ahí espera ella, se ve muy enojada
Tan enojada como puede estar…

Me levanto, siento como si recordara esto de antes
Abro la puerta a un cuarto vacío
Entonces olvido

lunes, 10 de octubre de 2011

- No dijo gran cosa. Que si llovía alguna vez, que cuando llegué aquí, que si había
enterrado a mi esposa. Yo llevé el peso de la conversación, y no es lo corriente. Hubo
una pausa, y el único sonido fue el de la ventolera. Es un hechicero, ¿verdad?
- Sí.
Brown asintió lentamente.
- Lo sabía. Y usted, ¿también lo es?
- Yo sólo soy un hombre.
- Nunca lo atrapará.
- Lo atraparé.
Don't expect me to cry.
Don't expect me to lie.
Don't expect me to die for thee. 

domingo, 9 de octubre de 2011

Es hora de que te levantes Jackie, quiero hablar con vos * ríe de manera enferma*
-¿Que haces por acá? este no es lugar para que un adolescente pasee, mejor que te vayas o, simplemente te voy a matar.
-¿Como estas seguro que no puedo ser yo el que te mate? ¿Que yo soy vos y todavía no te enteraste? ¿Que en este momento tengo tu espíritu en mi poder?

-Lo único que conseguís es que te haga sufrir mas.
-No, no podrías... Yo soy vos, no podrías matarte, soy vos, ¿No me reconoces? soy la voz que escuchas antes de dormir, yo cuido de vos por las noches, pero hoy... hoy es el ultimo día rutinario que pueda conocer la humanidad, hoy querido amigo, hoy vas a tener paz, hoy, las sombras vendrán.
-Pero ¿Que mierda? ¿A donde se fue?.
*el lugar, no mencionado ni descrito, se hunde en sombras, las voces se apagan, el pobre Jackie hubiera preferido quedarse en casa, pero ese no era momento para quejarse, el ahora volvía a estar solo, siempre lo estuvo, pero hoy se sentía mas solo que nunca entre las sombras*