viernes, 21 de octubre de 2011

- ¿Qué es eso?
El pistolero emitió una breve risa.
- La piedra filosofal - respondió. Cort solía contarnos que los Dioses Antiguos
mearon sobre el desierto y crearon así la mescalina.
Jake pareció aún más desconcertado.
- Es una droga - añadió el pistolero. Pero no hace dormir. Al contrario, te hace estar
despierto del todo durante un tiempo.
- Como el LSD - replicó el chico de inmediato. Pero al instante puso cara de
intrigado.
- ¿Qué es eso?
- No lo sé - contestó Jake. Me ha salido sin pensar. Creo que es algo de... Ya sabe, de
antes.
El pistolero asintió con la cabeza, pero tenía sus dudas. Nunca había oído que a la
mescalina se la llamara LSD, ni siquiera en los viejos libros de Marten.
- ¿Le hará daño? - quiso saber Jake.
- Nunca me lo ha hecho - respondió el pistolero, consciente de que eludía la
pregunta.
- No me gusta.
- No te preocupes.
El pistolero se acuclilló ante el odre del agua, tomó un sorbo y se trago la píldora.
Como siempre, sintió una reacción inmediata en la boca; le pareció que se inundaba de
saliva. Se acomodó ante las cenizas del fuego.
- ¿Cuándo le hará efecto? - preguntó Jake.
- Tarda un poco. No hables más.

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