lunes, 7 de noviembre de 2011

Era un día caluroso, el ultimo de muchos para ser exacto, lejos de todo lugar habitado por el hombre, un lugar al que nunca se llego o del que se sepa su ubicación, sacando que yo solo la conozca. Es un desierto, nada mas que eso, un desierto y yo estoy sobre una de las dunas del desierto, el sol me quema la cabeza, eso dejo de joderme hace horas (pero no quiere decir que después no empiece a perderme en mi pobre mente acalorada, que termina siendo engañada por el sol.)
Veo a los costados, nada, miro el cielo, veo el sol caliente otra vez y cierro los ojos, veo agua, pero no la quiero, ya no me hace falta. No oscurece, supongo que pasaron 19 horas ya y todavía no me muero, pero me da igual, o ¿el desierto me esta matando lentamente? JAJAJAJAJAJA no creo, sigo cuerdo como para pensar eso.

Sigo en la duna, es bastante cómoda, pero creo que mi cuerpo ahora es parte de la duna, caen las sombras sobre mi esta vez, pero sigue siendo de día, creo que ahora si perdí la poca cordura que me quedaba, bueno, tal vez sea el momento de levantarse y quedarse parado hasta desmayarme y caer, y solo ser un cuerpo en el desierto, pero ahora que están las sombras, escucho que hablan, me llaman, pero no puedo ya esta todo arruinado.
Desperté, era un sueño solo era uno de los muchos sueños que tendré en la eternidad, por que en realidad yo ya había muerto, morí hace 10 o 9 meses, mas tal vez, no me acuerdo cuando empezó todo y eso duele.

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