sábado, 19 de noviembre de 2011

El Jardín Secreto

-¿Perdida? veni, esta puerta por ahí te lleve a donde queres, no te puedo prometer que sea así, pero intenta. 
Inocentemente entra por una puerta, al parecer una puerta mágica, sin saber si esa puerta, rodeada de flores y ramas no muy bien cuidadas, la llevaría hasta donde quería (un jardín "secreto" supuesta mente) o si la llevaría a su propia muerte. Tuvo suerte, entro al jardín que buscaba, pero muy rara se sentía ahí, era como si algún alma llorara pidiendo ayuda, o llorando por ultima vez.
Estar ahí, era algo hermoso y triste al mismo tiempo, todavía no sabia que había pasado ahí, eso no le gusto, así que se acostó sobre las hojas para pensar. Nada, no pudo tampoco pensar, así que se fue.
Todos los días volvía, cuidaba el jardín, era la reencarnación de la diosa Gea, hacia crecer el jardín a una velocidad increíble, pero la tristeza seguía.
2 días después, se encontró con que a uno de los arboles del jardín le había caído un rayo, se acerco al árbol, y trato de revivir su naturaleza muerta, pero se desmayo, parece que no podía aguantar tanto en un día. Despertó un poco después, muy cansada, así que se fue de ahí. 
La ultima vez que volvió al jardín, vio algo que la asusto mucho, una mujer, con un vestido de novia, lloraba, decía de colgarse de uno de los arboles y con la ayuda de una cuerda ahorcarse, el lugar se ponía cada vez mas frió  y ya estaba bastante oscuro, se hizo tétrico.
Por la entrada del jardín, se ve entrar a otra mujer, encapuchada y toda de negro, casi se podía pensar que era la muerte, por que en realidad, lo era.
Se sentó al lado mirando a la mujer del vestido blanco, le propuso ayudarla con la cuerda y el árbol, prometiendo le llevarla con ella a donde sea recordada (eligió que su cuerpo sea tragado por la tierra, la misma que estaba al lado del árbol), la chica, vio el suicidio de la mujer del vestido blanco y como la mujer encapuchada sonreía, sonreía mientras enterraba a la mujer del vestido blanco.
Y la mujer encapuchada se fue del jardín, y todo volvía a ser normal pero había algo que quedo en el aire, como respondiendo a todas las preguntas de la chica.
La chica lloro, al ver que la mujer del vestido blanco, era su madre.      

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