- No dijo gran cosa. Que si llovía alguna vez, que cuando llegué aquí, que si había
enterrado a mi esposa. Yo llevé el peso de la conversación, y no es lo corriente. Hubo
una pausa, y el único sonido fue el de la ventolera. Es un hechicero, ¿verdad?
- Sí.
Brown asintió lentamente.
- Lo sabía. Y usted, ¿también lo es?
- Yo sólo soy un hombre.
- Nunca lo atrapará.
- Lo atraparé.
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